sábado, 7 de enero de 2012

¿Hay alguien ahí?


Todas las personas, sin falta, todas ellas en un momento no están. Unas veces se van ellas otras veces nos vamos nosotros, pero sin falta todas en algún momento se separan.

Hace algunos años, una joven de 13 años recién cumplidos fue al doctor para preguntarle (léase bien) “¿Cómo hago para quedar en embarazo?”, el médico por supuesto considero que se trataba de un error y entro a explicar cómo NO quedar en embarazo. La joven insistió “no es eso lo que quiero saber, quiero saber es como hago para quedar en embarazo”. Tras un poco de conversación médico-paciente, la joven explico que tras el abandono de su madre y la ausencia casi permanente de su padre, la lejanía departamental de sus parientes más “cercanos”, estaba convencida de que si se embarazaba ya no estaría sola y que todo el amor que tenía para dar tendría a quien darlo, y además tendría un ser que la amaría en retorno.

La joven efectivamente se embarazo y ciertamente mucho de su soledad menguó; sin embargo, ese bebe creció y eventualmente fue a la escuela, al colegio, en unos años sentirá soledad, una que solo llenará con una pareja. Indefectiblemente somos individuales y vivimos la separación.

¿Cómo podría alguien no vivir la soledad?, ¿cómo resolverla de una manera definitiva?, ¿cómo combatir el stress, la ansiedad o la depresión si tarde o temprano ese mejor amigo o amiga no estará en el momento más requerido, mamá y papá morirán. Sin falta estaremos solos no algunas veces, sino muchas.

Solo hay un ser que puede estar siempre, para todos y cada uno, no de los que lo buscan, sino de los que deciden aceptar su amistad. Jesús, alguna vez omnipresente se confino a sí mismo a un solo sitio al encarnarse, comprendió y vivió la soledad y el deseo de sentir el apoyo de sus amigos y tras ir de nuevo a la presencia de Dios padre dice “estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.

Quizá a veces no lo sientas o no lo escuches (si lo oyeras quizá pensarías que estas demente) pero no significa que no esté contigo. Cree, háblale, no estás solo(a).

Basado en:

Mateo 27:46 Y cerca de la hora de nona Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lamma sabachthani? esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Mateo 26:39 Yendo un poco más adelante, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no como Yo quiero, sino como Tú.

Mateo 26:40 luego va a los discípulos y los halla durmiendo, y dice a Pedro: ¿Así que no pudisteis velar conmigo una sola hora?

Mateo 28:20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el FIN DEL MUNDO."

Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, el cual os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;

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