La relevancia del cumpleaños número 65 del personaje de Anthoni Hopkins en Meet Joe Black, radica en que es un hombre que se ve admirable no buscando serlo. Es un personaje apasionado de vivir, amante fogoso de su esposa, reverenciando el amor que vivió con ella aun cuando es viudo, inculcando pasión a la vida de sus hijas, deseando para ellas gozo en el amor verdadero y brillo en los ojos en medio de cada día de trabajo.
Este personaje es un moribundo, no porque esté enfermo sino porque la muerte lo busca y le anuncia que pronto morirá pero que un hombre como él no tiene porque temerle a esto. Esta es la historia de un hombre que no hace una lista de “antes de partir” pues naturalmente, consciente y decididamente ha vivido una vida haciendo lo que ha deseado en su corazón.
Entonces hay dos formas de vivir la vida, en una, madrugamos, nos bañamos y hacemos una serie de cosas para ir a un lugar de trabajo a que otro nos diga qué hacer con nuestra fuerza, velocidad, con nuestros conocimientos. Vendemos por dinero lo que somos nosotros mismos, con la expectativa de, en palabras de Andrés López “que si el carrito propio, que si la casita propia, que si alcanza la finquita propia, que si es posible…echar pa´lante”. La expectativa de muchos se vuelve pensionarse y ojala llenarse del júbilo tras años de venderse. Es como vivir un extraño estado de letargo entre la juventud y la ancianidad.
La segunda forma de vivir no dice que no se trabaje en la empresa de otro, ser dueño de tu propia empresa puede indicar que tengas que trabajar mucho más que si fueras un empleado en empresa ajena; la segunda forma de vivir es hacer la lista de “antes de partir” desde ahora, planificar que se quiere hacer, averiguar cuánto cuesta, cuanto debo ahorrar cada mes para hacer ese viaje este año, para comprarme ese artículo ahora, para plantar ese árbol, para tener cultivar una mejor relación con mis padres, para aprender a quererme a mí mismo y hacerme respetar del que dice amarme, para hacer ese algo que hace que la vida de otro sea mejor.
Cuando cumpla 65 años quiero una fiesta enorme y quiero estar libre, con remordimientos más por errores cometidos y no por cosas que quise hacer pero no me atreví. Quiero a mis hijos orgullosos de su padre, valientes de haberle visto tener miedo, mucho miedo, pero que lo enfrento siempre, buscando riqueza propia y no solo heredar. Muchos invitados buscando estrechar la mano de uno que les ayudo a conocer a Dios y a caminar apasionados por Él. Un cumpleaños 65 con una lista no de “antes de partir” sino de “listo para partir”.
Basado en:
Eclesiastes 12: 1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Eclesiastes 9:10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni conocimiento, ni sabiduría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario