lunes, 17 de mayo de 2010

Orgullo

Un término que podemos ver en dos sentidos, cuando viene de los demás por admiración a nosotros se hace sinónimo de exaltado, alto, elevado, honrado. Cuando es así, suele ser temporal, corresponde al momento en que se vive; la graduación, una celebración, un punto culminante después de construir con esfuerzo una obra, etc. El otro sentido es cuando viene de nosotros mismos y digamos “naturalmente”, usamos este sentimiento para ubicarnos como superiores a los demás, entonces es sinónimo de arrogancia, jactancia, soberbia, altivez.

Más allá de los dos sentidos del término hay una pintura que nos ayuda a tener claridad sobre la consecuencia de ambas formas: El primer cuadro eres tú, tú en momentos de tu vida donde has progresado, en momentos importantes de tu estudio, de tu vida personal, de tu vida familiar, de tu vida con amigos, es el momento cuando nos felicitan y los demás te permiten escuchar cuan felices y orgullosos se sienten por ti, ante tu logro se sienten conectados contigo y te felicitan, se sienten contentos de ser parte de tu historia, te honran con sus palabras y acciones. En el día de tu triunfo te rodean porque en la lucha estuvieron juntos, no estuviste solo, te acompañaron y acompañaste, han sido tus amigos y así cuando llegas al punto más alto de la montaña, el triunfo es compartido porque llegaste tú, pero con ellos y ellas contigo.

El segundo cuadro es el de la soledad: es el que nos muestra que en nuestra jactancia se hace incómodo y hasta molesto para los demás el estar cerca de nosotros. En el camino de enorgullecernos nos mostramos como superiores haciendo difícil para los demás el que compartan con nosotros, después de todo, ¿Quién quiere estar cerca de alguien que se muestra superior, implícitamente haciéndote o tratando de hacerte sentir inferior? Este es el lugar de los pocos amigos, es el lugar de aquellos que pueden llegar lejos, triunfar, pero que en el punto más alto de la montaña están solos.

Siéntete orgulloso de tus padres, de tu origen, de los logros de tus antepasados para que tú estés hoy aquí. En contraste de superioridad, sin sentirte menos, estima a los demás como superiores a ti y aprenderás mucho de cada persona, despójate del orgullo y tendrás paz porque soltaras el peso de tener que ser el mejor, vivirás y dejaras de correr una maratón impuesta.

¿En cuál cuadro quieres estar?

Basado en:

Marcos 8:36 Porque ¿qué. aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y pierde su alma?

Filipenses 2: 2 y 3 “llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.”

Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que querríais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley, y los profetas.

Romanos 15:1 Así que los que somos fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos.

Mateo 20:27 Y el que entre vosotros quisiere ser el primero, será vuestro siervo:

3 Juan 1:2 Mi amado, yo deseo muy mucho que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.