viernes, 2 de noviembre de 2012

El mal funcionamiento del ser humano


Somos tripartitos: Espíritu, alma y cuerpo.

Al tener tres componentes de vida, los tres deben ser alimentados.

Cuando se va al gimnasio, se va no solo por ser el lugar donde están las maquinas del deporte sino porque hay un instructor que te enseña a, de manera equilibrada, ejercitar tu cuerpo para que no te lesiones o te deformes, es decir, adquieras brazos muy grandes ante piernas muy débiles, o piernas muy fuertes para un torso y brazos delgaduchos. Cualquiera de las dos formas conduce a los problemas cardíacos  en otras palabras, el centro de todo el organismo físico se cansa ante la falta de balance y termina por enfermar y llevar el cuerpo a un colapso, usualmente progresivo que termina en la muerte.

El alma por su parte, almacenadora de emociones, sentimientos y decisiones (la voluntad y capacidad para decidir) también debe ser alimentada. Para muchos es más fácil de comprender este punto que el anterior dado que la mayoría, por diferentes razones, estamos acostumbrados a funcionar por los sentimientos, es decir somos “almáticos”. Vivimos no controlados por nosotros mismos, sino que nos esclavizan los sentimientos, los vacíos se enseñorean de nosotros. Dado que la elección es nuestra, consideramos que la acción es voluntaria pero no es así.

Alguien podría decir entonces que este texto afirma que alguien que con hambre va y come es esclavo de su cuerpo y que la libertad estaría en morir de hambre, pues no. Existe una diferencia, la diferencia pareciera ser fundamentada en la motivación o en la necesidad, la verdad, esto se trata sobre una sola cosa: la búsqueda de la llenura.

En palabras del sociologo Manfred Max Neef 

"las necesidades siempre son las mismas, lo que cambian son los satisfactores"

Siempre el tema será hambre, afecto, espiritualidad.

¿Qué es el espíritu? No es nuestro C, ni nuestro código binario, mucho menos el software ni aun el hardware. El espíritu es el programador y en el caso de quien escribe El Programador.

Sin programador no hay código, sin programador no hay software, no hay manzanita (apple) ni ventanas (windows), ni código abierto (Linux), por tanto, es el programador de esta “Inteligencia Artificial” o esta “Entidad Interactiva Autónoma” que somos nosotros quien nos da vida o muerte, quien define el propósito máximo nuestro más allá de la satisfacción o llenura de una necesidad en el alma o el cuerpo.

Cuando como ingeniero o técnico el usuario llama a soporte, usualmente la malfunción en el caso de buen software, no es el software sino el modo en que ha sido utilizado, la calidad o trato de la maquina o hardware en que fue instalado y utilizado. Es así como encontramos tantos errores tan extraños que bien seas técnico o ingeniero decides “hay que formatear”. Volver al diseño original, al punto de partida antes de que influencias externas adulterarán y produjeran el daño.

¿Cuántas veces haciendo un servicio técnico, al técnico le han dado ganas de quedarse con la máquina que se repara?, algo así como “yo sé que esta persona lo va a volver a dañar, le iría mejor a este aparato conmigo”. Es quizá una forma de explicar como El Programador, nuestro creador nos ve. “Yo lo “escribí”, yo sé como y para que fue hecho en realidad”. De hecho este ejemplo se queda corto puesto que nuestro creador nos diseñó mejor que aun Mac. Él nos escribió desde inventar el 0 y el 1 para después usar el código binario, diseño el software perfecto y nos puso en el hardware correcto. 

¿Cuál es nuestro error?, ¿Cuál es la falla de nuestra “inteligencia Artificial”? que maltratamos el hardware y queremos usar el software para hacer como nos plazca, nos llamamos a nosotros mismos inteligentes, decimos “yo pienso” (como en Linux tú dices “eso piensa), yo quiero, cuando la verdadera idea, aun tu idea como programador sería que al “despertar” un software diseñado por ti, este dijera “Good Morning Mr. Stark. What I can do for you? (Buenos días señor Stark. ¿Que puedo hacer por usted?”

Nuestra llamada inteligencia nos dice “no necesito el manual (la biblia), quizá lo tome como un libro de consulta” o “ese manual en realidad es solo otra opinión”. Nuestra llamada Inteligencia no es más que un trapo de inmundicia delante del creador. Algo así como que si comprando el computador mas modernos en la actualidad instaláramos en el un Windows 3.1 o juego "Logo Writer". No importa cuan bueno sea "Logo Writer o un Windows 3.1, instalar esto como base de semejante maquina es una inmundicia, un insulto al creador y al propósito con el fue creada la maquina en si.

Si te consideras inteligente examina tus elecciones y date cuenta como no te llenas sino que eres esclavo de tu carne y tu alma.

El espíritu nos conecta con Dios, alimentarlo nos nutre para que gobernemos sobre nuestra alma o pensamiento emocional y para que conforme a ello nuestro cuerpo materialice sanas decisiones. Soy amo de mi cuerpo cuando puedo restringir a mi cuerpo en sus deseos, cuando le enseño que mando yo no mi cuerpo, cuando queriendo comer cosas que sé que no son sanas soy capaz de decir “optaré por una opción saludable”. Al ser esclavos de nosotros mismos traemos para nosotros maldición, es decir, daño, dolor, cicatrices, enfermedad, muerte en vida.

Mi alma funciona similar, es importante recibir afecto cada día pero las lógicas de Dios no son las nuestras, por eso malfuncionamos. Porque el alimento del alma no se fundamenta en el afecto que recibo sino en el que doy. Por tanto tu obsesión con recibir amor JAMAS podrá solucionar nada. Como a una droga, cada vez querrás dosis más altas y JAMAS será suficiente. Por ello Jesús y todos los grande hombres de la biblia y de la actualidad no se reconocen por cuanto han recibido sino por cuan dadores son, por cuan prioritario es para ellos el bienestar de los demás, dicho esto, evalúa tu carácter, si es el de un bebé llorón en la cuna o si es el de un adulto que busca el bienestar general sobre el particular, pesa esta conducta con tu mal llamada inteligencia. Llama a lo primero egoísmo, eres para ti mismo, el ser más importante, indefectiblemente no te llenarás por esta ruta y si deseas intentarlo no eres dueño de ti sino que la arrogancia es tu dueña.

Es la comunión con Dios, caminar según aquello para lo que fuiste diseñado que tendrás llenura, si te crees que eres inteligente, esta debería ser tu elección sin importar cuan dura pueda ser, de lo contrario “miserable, pobre, ciego y desnudo”, no existe otra explicación para la malfunción del ser humano, la nula, escasa o tibia relación con Su creador. Indefectiblemente no habrá excusa.

El Espíritu, la verdadera base de todo, es la ÚNICA respuesta y el ÚNICO camino para que nuestra alma y cuerpo que deben SERVIRNOS no sean nuestros AMOS.
Por esto en las mañanas, más que el café, más que el sueño, más que las ganas de orinar, más que revisar la lista de tareas, aun primero que darle un beso de buenos días al ser amado a tu lado, debe ser Dios tu alimento, Dios tu sustento, Dios tu Dios.

Basado en:

Juan 1:3
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Juan 4:24-26
24  Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25  Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
26  Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

1 Tesalonicenses 5:23-24
23  Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 
24  Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 

Apocalipsis 3:17
17  Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.


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