lunes, 31 de octubre de 2011

Lo demencial de tener fe

Dale a una persona a escoger entre una muerte segura o una acción irracional que le da la opción de vivir y escogerá la oportunidad de vivir por imposible que parezca.
Max Lucado


La fe bien puede ser nuestra necesidad de creer que hay algo mejor, mayor, más grande, un ideal, una utopía, un mecanismo de defensa frente al pesimismo de ver un mundo difícil, nuestra respuesta desesperada frente a una publicidad hecha para que nos sintamos menos de lo que somos, nuestra acción frente a la muerte, la guerra y la destrucción. Pues, bienvenida sea la fe, que me acerca a Dios, bienvenida la fe que me ayuda a reconocer que solo no puedo, que es mejor acompañado, que me enseña que la mejor compañía y el mejor apoyo es Dios. Bienvenida la fe que me ayuda a hacerme pequeño para poder comprender el verdadero propósito de ser grande.

Todos los actos de fe, son por si mismos irracionales y suelen estar precedidos de un momento de extremo temor. El relato de Moisés, es un relato de desesperación, un hombre sin alternativas, con el mar rojo enfrente y el ejército egipcio a su espalda, es la historia de un loco que en una ilógica e irracional acción extiende un báculo para dividir las aguas. Cuando una persona se posiciona frente a un tanque de guerra para impedirle el paso, es la historia de un loco de pie, desafiando una muerte inminente, es la historia de un hombre que voluntariamente decide hacer frente a la muerte por un bien superior.  Una persona que abandonando su rutina, corriendo el riesgo de, quizá, dejar huérfanos unos hijos, viuda a una esposa, solos a su padre y madre, decide, actuar en fe.

Los actos de fe más cotidianos son tan comunes que no los notamos, pero son sumamente significativos. En un mundo caótico y violento elegir vivir sobre el morir, elegir enamorarse sobre  riesgo del fracaso, amar sobre el riesgo de no ser correspondido, cuidar una planta sobre talar un árbol, decidir tener hijos e hijas sobre asesinar, perdonar sobre odiar, fiestas decembrinas sobre amargura, aconsejar a un amigo sobre dejarlo en llanto, abrazar a quien llora con tristeza sobre dejarlo perdido en el dolor. Buscamos aportar en algo a un mundo que muchos dicen no tiene salvación pero que aun así insisten en ayudarlo. Todas son acciones que dicen “deseo continuar, hoy no moriré, hoy quiero seguir adelante porque creo que puede haber algo mejor, creo que puedo disfrutar más la vida”, o como dijo García Márquez “ante la muerte nuestra respuesta es la vida”.

Soñamos y vivimos, soñamos y en una u otra medida caminamos creyendo que pueden esos sueños llegar a ser realidad. Más allá de los dolores de la infancia, la juventud o la adultez continuamos con vida, cuando cada mañana no nos quitamos la vida actuamos con amor, nos amamos lo suficiente como para buscar nuestra preservación. Actuamos con esperanza, y lo hacemos porque creemos que las cosas pueden ser mejores. Actuamos con fe, porque hacemos cosas basándonos en un futuro que como futuro no está aquí, no es real, pero aun así hacia el vamos. Para unos, acciones tontas carentes de sentido, para otros, acciones de fe, esperanza y amor.


Dedicado a la memoria del profesor Iván Velasco, de la universidad del Valle quien alguna vez dijo “aunque las utopías no se cumplan, es imposible vivir sin ellas”




Basado en:

Temor que se convierte en Fe, capítulo 22 del libro “En el ojo de la tormenta” de Max Lucado


http://www.literaterra.com/gabriel_garcia_marquez/discurso_premio_nobel/

1Corintios 1:21  Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen.

1Corintios 1:25  Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.

1 Corintios 13:13  Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Hebreos 11:1  Y la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Éxodo 14

lunes, 24 de octubre de 2011

Hechos conectados

La vida puede considerarse, con facilidad, una sucesión de hechos. Cada día tiene su propio afán, cada día algo que resolver, algo en que trabajar para asegurar en algún modo nuestro bienestar. Para los de la ciudad es estudiar o trabajar para obtener un merecido sueldo, para el campesino es la tierra para obtener de ella alimento y también dinero por las ventas. Para un niño pequeño es ver qué cosas nuevas le traerá el día, qué experiencias novedosas o maravillosamente repetidas vendrán hoy.

Basta con ver nuestras propias fotos de bebés o de pequeños, para ver en nuestros ojos la expectativa de la vida, la sorpresa de ver a la cámara esperando la increíble luz del flash, la confusa sonrisa de responder a los parientes que tras el fotógrafo nos hacían muecas para sacarnos una sonrisa. En aquella época no importaba el propósito de vivir, no había metas de mediano y largo plazo, no había recibos de luz y agua, internet y teléfono, no eps, no horario, solo vivir con intensidad el día. Cada día a la vez.

Un hecho psicológico es que todos tenemos traumas, todos en alguna medida fuimos seriamente afectados por una serie de hechos que de manera inesperada azotaron la puerta de nuestras emociones, irrumpieron en nuestro mundo ideal y nos sacaron del sueño maravilloso de una vida de gozo. Un segundo hecho, quizá más interesante es que pudiendo sanar, la mayoría deciden llenar su vida de estudio, de trabajo, de entretenimientos, de lo que sea que no nos deje pensar en los días que nuestras vidas cambiaron, lo que sea que me aleje del sentimiento de dolor.

Un tercer hecho es que nos hemos vuelto tan buenos para negar que en verdad parece que no tenemos dolor. Las relaciones familiares las percibimos como “normales”, nuestras fallas y defectos como “soy humano”, los llantos que producimos en otros “es cosa de él (ella)”, y nuestras venganzas “él (ella) se lo buscó”. Vivimos en hechos y acciones puntuales.

El vivir a diario, la vida como una sucesión de hechos, no nos deja ver qué pasa cuando los conectamos, entonces podemos ver que todos ellos nos están marcando el camino para no sufrir. Conectando los puntos, la vida adquiere propósito. El trauma nos lleva al perdón, el perdón a unidad, la enfermedad nos lleva a la salud y por la experiencia a protegerla más, la soledad nos lleva a la compañía y valorar a quienes están cerca, la escases nos enseña a administrar, la pobreza nos lleva al hambre, el hambre a las ideas, las ideas a crear fuentes de sustento y desde el sustento a ayudar al necesitado y tras haber conocido el dolor aprendemos a ayudar a los demás.

Basado en: 

Génesis capítulos 37 al 40, resumidos a continuación

martes, 18 de octubre de 2011

¿Qué es lo que nos hace crecer?



Es sencillo asumir que son las dificultades, el pasar necesidades y tener momentos de dolor lo que nos hace madurar, algunos dicen que ser adolescente tiene relación con la palabra adolecer, implicando que es un tiempo de dolor. Ciertamente esa etapa duele. No es sencillo dejar los juguetes, quitar ciertos adornos “infantiles” de la habitación, empezar a ponernos ropa para estar a la moda, indagar si somos bonitos o feos porque ahora es el momento donde lo que los demás piensan de nosotros nos importa muchísimo.

De niños solo era relevante si podíamos o no jugar juntos, si éramos de la misma cuadra o de lejos, hasta que hora teníamos permiso de estar en la calle, si entre semana o solo el fin de semana. Desde la adolescencia el atractivo visual se hace más relevante que la personalidad, se crea un status a partir de con quien salir o a quien se ha besado y posteriormente con quien se ha tenido sexo. Vida social es más relevante que calificaciones, capacidad de compra sobre capacidad de compartir y estar de boca en boca más importante que fidelidad, amistad y honestidad. Explorar sobre coherencia, libertinaje sobre integridad y lo que antes era un valor moral hoy es motivo de vergüenza.

Los 60 pasaron de moda pero ciertamente han sido superados en prácticas sexuales desordenadas, número de drogadictos por metro cuadrado, madres adolescentes, padres abandonadores, hijos que crecen sin padre y por tanto al ser padres huyen también porque no saben cómo serlo, nuestro bisabuelo fue llamado por su hijo “padre”, quien a su vez fue llamado “papá” y quien dijo “papá” fue llamado “pa”, quien escribe quizá sea llamado “viejo” o “cucho”.

Dolor, dolor y más dolor, dolor por todas partes, dolor cada día y como el día que el adolescente vio sus juguetes y los considero infantiles e inadecuados, como el día que la madre adolescente considero que quizá debió pensarlo mejor antes de no planificar, como el día que el adolescente consideró que debió protegerse o aun abstenerse, como el día que el hombre de 25 años con hijo de 15 se dio cuenta no debió huir y dejar su amor y el fruto del amor en abandono, como el día que el preso se dio cuenta que debió continuar estudiando, como el día que el adicto se dio cuenta que debió amarse al decir “no”, como el día que el monotemático de los bares y los videojuegos descubrió que habían paisajes, senderos y deporte, como el día que el esclavo del internet salió a caminar sin google maps y recibió la luz y el calor del sol sin googlear para saber que es el sol, como el día en que una pareja apago animal planet y decidió ir al zoológico…como en esos días quizá hoy sea un buen día para que frenes el dolor de la vida y le des cabida a la vida misma, rescata la vida y ponla sobre la muerte, lo genuino sobre lo hipócrita, lo honesto sobre lo falso, lo valioso sobre lo comercial, lo integro sobre lo temporal, crecer sobre menguar, lo eterno sobre lo terrenal, la vida como Dios la diseño que fuese.

Basado en:
 
Juan 10:10
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Deuteronomio 30:11-20
Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance…15 »Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal. 16 ama al Señor tu Dios y anda en sus caminos, y cumple sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá… te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.

Filipenses 4:8
Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.