Dios es un Dios de invitaciones no de obligación, Él no nos necesita pero nos quiere, Él no deja de ser si lo reconocemos o no, Él es y siempre será pero como el maravilloso ser que es desea compartir con nosotros de sus riquezas, de su bondad, de su conocimiento, de su libertad. Podemos continuar aferrados a nuestras costumbres y dogmas al Dios por obligación que a muchos nos enseñaron o podemos aceptar la invitación de Dios hoy para conocerlo mejor, para saber mas de Él y de su amor para con nosotros.
¿Que harás hoy con la invitación de Dios?
Basado en:
Mat 13:3 Y les dijo en parábolas muchas cosas como éstas: «Un sembrador salió a sembrar.
Mat 13:4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.
Mat 13:5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda;
Mat 13:6 pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.
Mat 13:7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron.
Mat 13:8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado.
Mat 13:9 El que tenga oídos, que oiga.»
Mat 13:18 »Escuchen lo que significa la parábola del sembrador:
Mat 13:19 Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino.
Mat 13:20 El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría;
Mat 13:21 pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.
Mat 13:22 El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto.
Mat 13:23 Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno.
Mat 13:3 Y les dijo en parábolas muchas cosas como éstas: «Un sembrador salió a sembrar.
Mat 13:4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.
Mat 13:5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda;
Mat 13:6 pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.
Mat 13:7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron.
Mat 13:8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado.
Mat 13:9 El que tenga oídos, que oiga.»
Mat 13:18 »Escuchen lo que significa la parábola del sembrador:
Mat 13:19 Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino.
Mat 13:20 El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría;
Mat 13:21 pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.
Mat 13:22 El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto.
Mat 13:23 Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno.
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