viernes, 27 de diciembre de 2013

Alguna vez fue un niño

El señor fue un niño alguna vez, la actriz porno fue una bebe, el borracho sobre el andén alguna vez dio su primer paso, la prostituta alguna vez dijo por primera vez “mamá” y el sicario alguna vez dijo por primera vez “papá”

Alguna vez todos fuimos un niño, sano, anheloso de vivir, llenos de metas y sueños como el de volar como Superman o de defender la vida como un bombero. Todos alguna vez fuimos un niño que se deleitó en un chocolate tibio un domingo en la mañana, que corrió de alegría con el timbre para la hora de descanso en el colegio. 

Todos alguna vez fuimos un ser lleno de posibilidades, de esperanza y de poder de amor para cambiarlo todo.

Todos alguna vez cuidamos de un ave herida, lloramos por el perro maltratado, nos dolimos cuando un amigo fue golpeado. Alguna vez nos cambiaron el pañal, alguna vez nos untamos talco “accidentalmente” en todo el cuerpo o probamos algo que nos hizo hacer terribles muecas.

Todos alguna vez fuimos un niño que lloro pidiendo protección, pidiendo abrigo, pidiendo mamá y papá, todos alguna vez teníamos en nosotros mismos todo el amor con que fuimos dotados para cambiar el mundo.

Sí, la sociedad nos cambió, nos dijeron que no se puede cambiar el mundo, que no éramos tan inteligentes ni capaces, que eso era para otros, nos llamaron pobres, nos enseñaron egoísmo, nos adiestraron en mentira y nos enviciaron a la destrucción.


La sociedad nos mintió porque hombres y mujeres han hechos historia, el poder de uno es real, el poder de todos es imparable. Ciertamente la sociedad que dijo “no se puede cambiar la realidad” lleva siglos cambiándola, llevándola de mal en peor pero algunos se han resistido y han marchado al frente a decir “No me gusta esta sociedad, creo que puedo hacer la diferencia”, esos han desviado el avance de los que niegan que fueron niños y niñas, bebes de pecho, niños de primeros pasos, niñas de primeras palabras. 

Un día nació Mandela, antes nació Gandhi y antes nació Jesús, los que cambiaron el mundo, estos son los que me inspiran desde el pasado, mis propios hijos me inspiran en el presente y mi propio niño interno me grita e impulsa constantemente diciendo “Diles que su niño interno aún puede ser Superman y su niña interna aún puede ser La mujer Maravilla”.




martes, 24 de diciembre de 2013

Redención

La redención del ser humano es sin duda alguna el motor de toda la vida y de toda vida en la tierra.

Desde antes de nacer somos estimulados por el ambiente que nos rodea y con el tiempo al nacer ya tenemos algunas bases para el carácter. Estas bases se seguirán formando por años y eventualmente se identificarán en nosotros aspectos que llamamos, a unos positivos y a otros negativos. ¿que tiene que ver esto con la redención?. Para entender a que me refiero no basta ver en fechas como esta "Un cuento de navidad" en cualquiera de sus múltiples versiones televisivas sino que es necesario ver realmente "Un cuento de navidad", la historia de un hombre que alguna vez tuvo un corazón enfocado en la familia pero al irse hacia las riquezas se hizo rico pero perdió justamente su alma.

El contraste del hombre rico es la familia que no tiene los mismos recursos que él pero son mucho mas ricos porque son felices juntos; mucha comida o poca, abundancia o escaces de regalos no son relevantes para ellos porque simplemente están juntos y se apoyan.

Es natural de nosotros tener defectos pero lo hermoso de nosotros es poder cambiar, poder mirar un espejo y desear ser diferentes pero especialmente poder mirar a la cruz de uno que siendo rey del universo nació como pobre en medio nuestro, que siendo perfecto murió como pecador y que nos dio un modelo a seguir, el modelo de la redención, el modelo de un hombre perfecto al que al seguirlo nos empezamos a parecer.

La navidad debe ser un día de reconciliación, de perdonar pero sobre todo de pedir perdón, porque como en "cuento de navidad" es un día en que podemos ver a quien fuimos en el pasado, quien seremos en el futuro de seguir como vamos pero sobre todo un día para desde el presente redefinir, hacer las pases con nuestros días anteriores y mejorar el proyecto del futuro.

La redención, nuestra posibilidad de ser y hacer diferente, la razón por la que cada día podemos levantarnos y creer "hoy puede ser mejor".

Se bien que Cristo no nació hoy, no se si le importe que conmemoremos su nacimiento pero si se que se alegra por cada vez que personas se abrazan con sinceridad, se reconcilian de corazón o comparten comida en acción de gracias. Cualquier día es bueno para un nuevo comienzo.

Feliz Alumbramiento.