No siempre estaremos aquí, existe la rutina y existe lo inusual, días de caminar con la familia, días donde no estarán. Hay días con vivencias repetidas, hay días con vivencias nuevas, esta es la vida, vive, busca nuevas experiencias para ti, son la
riqueza de estar vivo.
Einstein dijo “hay dos maneras de
vivir, como si nada fuera un milagro y dos, como si todo fuera un milagro”.
Creo de modo similar que es posible vivir la vida como un tema de aguante y
supervivencia o como un asunto de un viaje intenso y tremendo, tan lleno de
experiencias, tan repleto de cansancio que sin más, un día nuestro corazón
decide que ya ha hecho suficiente. Podemos morir llenos de dinero, solos, en la clínica mas lujosa con extremo cansancio, llenos
de resentimientos, heridas infectadas, raspones sin sanar y gestos de amargura; solos en una cama de hospital o bajo un puente, satisfechos, con cicatrices de vida, con un perro agradecido y compañeros de
viaje en la intemperie.
Puede nuestro corazón morir lleno
de veneno formado en tu conciencia, detenerse porque se quedó sin esperanza o
se cansó de esperarla. Puede detenerse tu corazón, lleno de primavera y cesar
sus latidos como árbol en otoño soltando sus hojas. Podemos morir en la
angustia y el dolor o como un bebé que se queda dormido en brazos de sus
padres.
¿Cuál será tu forma y mi forma de
morir? La que yo decida formar. Dueño de mi vida o esclavo de las
circunstancias.