
Pero la verdad es que este día sí cambia las
cosas. No por los astros, no por los números, o porque a los mayas se les acabo
el espacio en la piedra, sino por algo más significativo, valioso, especifico y
contundente…nuestro deseo de que las cosas cambien, mejoren o permanezcan
estables. Nuestra fe en que las cosas reinician, en que podemos recomenzar y
hacer del siguiente un mejor año, esa convicción es la que hace la diferencia,
es por esa fe y esa pasión de fin de año que podemos hacer las cosas distintas.
Pero también es por este asunto de la fecha que no muchos logran cambiar las
cosas. Porque la fe, la pasión, la convicción de esta fecha es como una fiebre
que se pasa con los días y es terminada por el antibiótico de la rutina.

1.
Escribe tus metas, no en
un papelito, no para comértelo con 12 uvas y pasártelo con vino. En la era de
la tecnología has un buen archivo gráfico, pon un tipo de letra que te guste,
imprime, forra en papel contact y pégalo en el sitio de tu cuarto donde cada
día puedas verlo y recordarte a ti mismo(a) que eso es lo que tu apasionado
corazón desea tener al final del año. (deja casilla a un lado para chulear al
completar J)
2.
Asegúrate de contar con
los recursos para alcanzar tus metas o de tener como metas de corto y mediano
plazo la consecución de los mismos para alcanzar las metas de largo plazo. Por
ejemplo:
a.
Quiero entrar a la
universidad (meta de largo plazo)
b.
Estudiar para el ICFES
c.
Inscribirme y presentar
ICFES
d.
Trabajar para comprar
formulario de universidad
Parece obvio pero algunos
que ni tienen un empleo dicen “quiero comprarme un carro este año” y no piensan
en el costo del curso de manejo ni en los gastos de sostenimiento de un
vehículo.
Algunas metas se logran
solo, como “invertir más tiempo en oración privada con Dios” pero otras metas
pueden fortalecerse con una buena tripulación o al menos con un compañero de
viaje, por ejemplo, salir a hacer deporte o hacer dieta. Es bueno reconocer que
a veces solo es más difícil, que cuando no rendimos cuentas a nadie es más
fácil sabotearnos a nosotros mismos y que de cuando en cuando nos cae bien
alguien que junto a nosotros diga “ufff, esta difícil pero vamos mejorando”.
Tengan un maravilloso fin de año y que el próximo
sea aun mejor, no por cosas fortuitas e inesperadas sino como resultado de su
esfuerzo para con ustedes mismos.
Y una frase final del
propósito recomendado por quienes escriben el blog.
